RELEXIONES DEL 7 AL 13 DE MARZO

SÁBADO, 13 DE MARZO DE 2021

JESÚS CRUCIFICADO-RESUCITADO DA SENTIDO A NUETRA VIDA


Como no vamos a Asís realmente, lo hacemos virtualmente. Estamos con el grupo sensible a la muerte de Jesús. Mirad lo en el fresco de la crucifixión que venimos explicando de P Lorenzetti; y, precisamente, del centro de este grupo se levanta la cruz del BUEN LADRÓN. Esta cruz con la imagen conmovedora del BUEN LADRÓN ES EL resultado de la sensibilidad de los hermanos ante la muerte de Jesús. Estremece el rostro del BUEN LADRÓN. Sí, está ya muerto en la Cruz, como Jesús; la dulzura de su rostro dirigido hacia Jesús es fruto de haber oído De Jesús aquellas palabras tan consoladoras: HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO. La muerte de Jesús tiene su fruto: en Buen LADRÓN, el primer santo canonizado por Jesús. El sufrimiento de Jesús unido al sufrimiento de los hermanos tiene su fruto en la canonización de los hermanos. Sepamos siempre sufrir con Jesús; es Él el que da el verdadero sentido de redención a todo lo que nos acontece. Y en el lado derecho del fresco, otra gran multitud, más numerosa que la anterior; son los que no les interesa ni son sensibles a la muerte de Jesús. Ajenos a Jesús, hablan de sus cosas  insustanciales. No creen ni aún viendo la realidad milagrosa de la muerte de Jesús. Y del centro de esta multitud, se levanta la tercera cruz; es la del delincuente que no se arrepiente de su mala vida. No está muerto en la Cruz, está vivo, Fijaos y veréis; más aún, de una manera despectiva, tiene el rostro en dirección contraria al rostro de Jesús. Nada de lo que hacen está dirigido por la muerte de Jesús. No saben leer la vida desde ese maravilloso libro que es Jesús muerto en la Cruz. Yo os invito a esta lectura: aprenderemos a ser amados y a amar; aprenderemos a valorar en su justa medida todo lo que nos acontece, y dejaremos que sea siempre Jesús crucificado-resucitado quien dé sentido y eficacia a nuestra vida. Es por eso que San Francisco quería que nunca dejáramos de leer el libro de la cruz. Y detalle importante. Los frailes, colocados en el coro, espacio de plegaria, tanto en la idílica inferior como en superior, lo primero que contemplan al levantar la mirada, a un lado y al otro, es al Cristo clavado en la Cruz. En la inferior, al lado derecho: la crucifixión de Lorenzetti, y en el lado izquierdo, la majestuosa crucifixión de Giotto; sí lo hacemos desde la basílica superior,  vemos tanto a un lado como al otro, la importante crucifixión de Cimabue. No dejemos de leer este señorial libro de la crucifixión.



VIERNES, 12 DE MARZO DE 2021

LA CRUZ VA UNIDA A NUESTRA MISIÓN


Seguimos con el fresco de la crucifixión de P. Lorenzetti. Debajo de las cruces, hay una gran multitud de personas. Habéis de tener en cuenta que el fresco ocupa toda la pared; es decir: es de proporciones muy grandes. Pues bien, está multitud tiene dos actitudes. La primera es aquella por la que todos ellos son sensibles a la muerte de Jesús; claro está entre ello, la Stma. Virgen, con tu manto azul y aureola y sostenida por las piadosas mujeres y la presencia de San Juan, el único discípulo que siguió a Jesús hasta el final. Rostros de dolor que sienten y acogen la fuerza de la muerte de Jesús.con ellos estamos todos nosotros; los que queremos sentir la muerte de Jesús, porque en ella todos hemos puesto nuestras manos. Ser sensibles a la muerte de Jesús significa experimentar que nosotros hemos colaborado a su muerte con nuestras infidelidades, y nos aprovechamos de su muerte por la purificación que ella supone en cada una de nuestras vidas. Gracias, Jesús, porque has sabido mantenerte en la cruz por cada uno de nosotros; gracias, Jesús, porque no te has bajado de la cruz y nos has mostrado con claridad el camino a seguir. Somos nosotros los que, con frecuencia, damos pábulo a nuestra comodidad  bajándonos de nuestra cruz, esa que va unida a la misión que nos has encomendado realizar. Es, entonces, cuando nos pasamos al otro grupo de gente: la de los indiferentes a la muerte de Jesús. Lo veremos más adelante. Enséñanos, con simplicidad a ser fieles a la cruz de nuestra misión.





JUEVES, 11 DE MARZO DE 2021

LA ÚLTIMA PALABRA LA TIENE EL AMOR



Nos trasladamos a Asís, concretamente a la basílica inferior, al transepto izquierdo en donde de desarrolla todo el ciclo de la pasión, muerte y resurrección de Jesús de los hermanos Lorenzeti. Tenemos de frente la gran CRUCIFIXIÓN. Una gran Cruz con Cristo en ella muerto. Es impresionante por su grandeza. Empieza o nace en la tierra, en lo más profundo de la misma, atraviesa todo lo imaginable y se adentra en las esferas celestiales, rodeado de ángeles. Todo queda restaurado por el bálsamo protector y restaurador de la muerte de Jesús en la cruz. Es cierto que hay una gran multitud alrededor de la cruz que, con su actitud, manifiesta una gran indiferencia a lo que está ocurriendo ya cerca de ellos; es cierto, pero hay también otro grupo que está viviendo con dolor lágrimas.


Más la muerte de Jesús; este acontecimiento que cambia el rumbo de la historia, que vence a la muerte, atraviesa el sufrimiento y conduce a la resurrección. En virtud de la muerte de Jesús, la última palabra no la tiene el mal, ni es propiedad del sufrimiento, ni siquiera de la muerte; la última palabra la tiene el AMOR con que nosotros vivimos el sufrimiento e incluso la muerte; la última palabra es del Amor Redentor que recibimos de Dios y que Él deposita en nuestros corazones. Hemos de entender las lágrimas de María al pie de la cruz; hemos de saber interpretar el sufrimiento de Jesús y el del que le acompañan  en ese momento trascendental de su muerte. Somos nosotros, estamos nosotros, son también nuestras lágrimas con las que  carga el Jesús crucificado, convirtiéndolas en purificación, redención y amor resucitado. Sería bueno que alguien pusiera y colgara aquí para el grupo este fresco de la CRUCIFIXIÓN. Con Él delante, entenderíais mejor lo que os estoy presentando; y, además, mañana seguiremos con el mismo fresco.



MIÉRCOLES, 10 DE MARZO DE 2021

LUCHAR POR LAS NECESIDADES DE MIS HERMANOS


Sería muy sencillo, al menos teóricamente, entrar en la verdadera revolución evangélica. Fijaos, sería sólo esto; es cambiar de pronombre: DEJAR de poner en el centro de nuestra vida el YO, y sustituirlo por el NOSOTROS. No soy "yo" el centro de nada; formo parte de una fraternidad, de una familia. Esto supone que doy un vuelco total a toda mi vida; entro en el cambio climático-cultural-fraterno, en el que mi esquema moral tiene una línea direccional y dinámica muy concreta; es decir: todas mis opciones de cada día no vienen alimentadas por el veneno de mis intereses personales o preocupaciones interesadas mías; entran en juego y ocupando un lugar esencial y protagonista las necesidades y sufrimientos de los demás; con lo que pongo en el lugar preferencial que les corresponde a los demás. Esta es la verdadera moralidad: las necesidades de los demás superan a mis intereses y expectativas. Este es el vuelco evangélico que me obliga a salir de mi confort egoísta e interesado para disfrutar y luchar por las necesidades de mis hermanos que significa poner en primer plano EL NOSOTROS. Está es la verdadera justicia dentro de una realidad humana. Res el YO quien elimina la justicia; es el YO quien perturba lo sagrado. Entrar en el ámbito de la justicia y del respeto a lo sagrado es poner en primer plano a mis hermanos. Esto es restablecer y vivir la verdadera fraternidad.



MARTES, 9 DE MARZO DE 2021

LA FRATERNIDAD SUPERA TODA VIOLENCIA


La peregrinación del Papa Francisco a Irak, nos ha hecho insistir en un hecho que ya venimos destacando desde tiempos inmemoriables; es: la fraternidad. El Papa la lleva a cuotas impensables; es totalmente impensable desarrollo equilibrado de la humanidad sin esta realidad fraterna. La palabra antónima de fraternidad no es enemistad; no; o hay fraternidad o hay destrucción.  SEGÚN el Papa no es que sin la fraternidad nos toleraremos o nos soportaremos; no, si no hay fraternidad nos destruiremos unos a otros. Y todos hemos de llegar a esta conclusión: todos los que formamos la gran familia humana somos hermanos, y, como tales y en nuestra diversidad, nos hemos de acoger, respetar y amar. Esta es la gran riqueza de la variedad humana: que todos, desde el sentido fraterno, colaboramos al bien y progreso de la humanidad poniendo en práctica la gran virtud de la fraternidad. Y siempre, en la fraternidad, encontraremos el camino reparador de toda violencia y la superación de toda absurda diferencia. El lenguaje que nos caracteriza como humanos es LA FRATERNIDAD, y el mayor bien que podamos aportar a la humanidad es el de vivir todas nuestras circunstancias como hermanos. Está al alcance de la mano ser instrumentos de bien para la humanidad: seamos y vivamos como hermanos y el mundo nos lo agradecerá.



LUNES, 8 DE MARZO DE 2021

QUE LA MUJER SE VEA SIEMPRE RESPETADA


Una felicitación sincera a la mujer, esa criatura especial que Dios ha regalado a la humanidad.  Todos estamos marcados positivamente por la influencia de una o muchas mujeres. Mirando mi vida actual y pasada,  no la entendería sin la presencia benéfica y positiva de la mujer. Esta experiencia me hace aún más sensible a injusticias que se cometen en perjuicio de la mujer. Yo creo que Dios me ha enseñado a ADMIRAR a la mujer; en ella resumo todas las cualidades de madre, esposa, amiga; y, claro que a mi madre o amiga o hermana se le instrumentalice, se le denigre, o sea objeto de injusticias  rebajándola en su dignidad, con brechas salariales injustas, duele en el alma. Así, no es un dolor más o menos superficial; no, duele en el hondón del alma. Duele que esta  mujer,  que es madre, esposa, hija o amiga y que, como mujer, desarrolla un trabajo igual o con más profesionalidad que el hombre, tenga que sufrir injusticias del pasado o desigualdades que claman al cielo. Duele en el alma. Vamos a pedirle al Señor por la mujer, por las cercanas y las lejanas; vamos a pedirle al Señor y exigir a la sociedad que la mujer no se vea nunca instrumentalizada a intereses egoístas de cualquier tipo; siempre respetada, es nuestra compañera de viaje y, en comunión con el hombre, la imagen más perfecta de la presencia de Dios. Muchas cosas detallaríamos en estos momentos. Ya las sabéis, vamos a pedirle al Señor y exigir a la sociedad que las injustas  desaparezcan y las justas tengan su realización en esta nuestra sociedad. Felicitaciones a la mujer, y gracias por ser mujeres que habéis marcado y enmarcado nuestras vidas.



DOMINGO, 7 DE MARZO DE 2021

TODOS FORMAMOS UNA GRAN FAMILIA BAJO LA FRATERNIDAD


Seguro que habéis seguido las vicisitudes del viaje del Papa Francisco a Irak. Está siendo todo un modelo de convivencia en la diversidad , y, sobre todo en la diversidad más extrema  que ha llegado incluso a la violencia física y muerte. Y el Papa no ha ido con afanes de venganza y castigos; ha ido con la mano tendida y abierta a nuevos caminos enmarcados por la convivencia, acogida y perdón. Todos debemos tener nuestro sitio en esta nuestra casa común; de ella  hemos de excluir actitudes de intolerancia, violencia y todo aquello que suponga exclusión de los demás. Hemos de aprender a vivir en y como familia, pues lo somos. Todos formamos la gran familia humana cuya característica fundamental es la gran novedad de la fraternidad. O vivimos como hermanos, o nos destruimos unos a otros, lo que en contra de la más elemental norma de nuestra convivencia. Es la manera más clara y evidente de llevar adelante todas nuestras posibilidades personales, respetando siempre y Amando las de los demás. Así, nuestras palabras siempre serán sencillas; nunca esconderán segundas intenciones; estarán dichas únicamente en beneficio de los hermanos; tendrán la claridad de nuestras buenas intenciones. Y esto no sólo lo aplicamos a países lejanos, vale y con mucha claridad, para cada uno de nosotros  y para las circunstancias en las que vivimos. La sencillez de nuestro corazón, la sencillez de nuestras palabras son la medicina más completa para nuestra sana y eficaz convivencia.

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